En Español Voices From Spain

Discurso de Josep Borrell. 29 octubre 2017 en Barcelona.

[En catalán] No pensaba estar aquí con vosotros en Barcelona otra vez, además hoy somos muchos más que el domingo pasado.

Tengo que reconocer que me ha costado venir. La verdad es que no quería venir. No podía venir porque este domingo de otoño, este cielo tan azul, este país tan bonito, todos habríamos preferido estar en la playa, en la montaña y no estar aquí otra vez de manifestación.

Yo estaba en la montaña, en mi tierra.

[Repite en castellano] en el Pirineo. Ayer veía las hojas de los árboles, rojas y amarillas, en el otoño, mezclándose entre ellas dibujando los colores de la bandera española y de la bandera catalana.

(Aplausos)

[En catalán] Sí, el bosque del otoño.

[En castellano] El bosque del otoño tenía los mismo colores que veo aquí, el rojo y el güalda, [en catalán] el rojo y el amarillo, mezclados, juntos, representando la unidad de España y de Cataluña.

Y me ha costado venir porque no podéis saber lo bonito que es la música que hacen las hojas muertas cuando las pisas y el suelo se convierte en una alfombra de hojas. Es la música de la paz. La música de la tranquilidad que nos ha tocado. Es la música de la hermandad. Es la música que tiene que guiar el espíritu de la gente de buena voluntad. Amigas y amigos, estoy aquí también porque he vuelto a escuchar, esta mañana, al sr Puigdemont, que él habla en el nombre del pueblo de Cataluña.

(Gritos y abucheos)

[En castellano] Tranquilos, mirad: el sr Puigdemont puede hablar en nombre de una parte de Cataluña pero yo también soy pueblo de Cataluña.

[En catalán] yo también soy pueblo de Cataluña y no le reconozco el derecho a hablar en mi nombre.

[En castellano] Y no quería venir, no quería venir porque como dice El Quijote, nunca segundas partes fueron buenas y no sé si voy a ser capaz, otra vez, de hacer que mi corazón hable a vuestra inteligencia. No sé si voy a ser capaz, otra vez, de explicar lo que tenemos que sentir hoy en este momento dramático de la historia de España. Un momento tremendamente difícil y peligro.

[En catalán] Un momento en que todo el mundo tiene que tener la cabeza fría para poder hacer frente a las dificultades que vienen hacia nosotros. Este es un momento difícil de nuestra historia. Es un momento en el que tenemos que tener todos la serenidad para comportarnos como ciudadanos civilizados de un pueblo que tiene que recoser sus heridas si quiere volver a seguir viviendo juntos. Y espero que la justicia haga pronto su trabajo y pida responsabilidades a todos aquellos que están haciendo este mal a Cataluña.

(Gritos)

[En castellano] Ya estamos otra vez (2 veces) Escuchadme bien (2 vcs)  no os pongáis a su nivel (2 vcs)

Estoy aquí también porque he oído a Junqueras decir, le preguntaba un periodista:

[En catalán] “Perdona y si resulta que en Barcelona o en Hospitalet o en LLeida o Tarragona, los no independentistas ganan las elecciones, eso, sería una cosa muy grave para el independentismo”

Y la respuesta del señor Junqueras, terrible, fue: “Eso sería muy grave para la dignidad del pueblo catalán”

Por eso estoy aquí. Para que nuestra dignidad se pueda votar como queramos. La dignidad del pueblo es vivir juntos y en paz. Sr Junqueras, usted es un totalitario.

(Aplausos)

Osea que si los catalanes no votan lo que usted quiere, es la dignidad del pueblo la que se pierde. No, la dignidad del pueblo es dejar que todo el mundo se exprese libremente. Y si resulta que no hay suficientes votantes de lo que ustedes quieren, pues no lo hagan en lugar de violar el Estatuto de Autonomía, como han hecho.

Amigos y amigas, puede ser que estemos aquí porque muchos de vosotros, durante muchos años, cuando era la hora de votar en elecciones autonómicas, no íbais.

Puede ser que estemos aquí porque mucha gente ha abdicado de su deber como ciudadano y no ha ido a votar y ahora tenemos una oportunidad de oro de aquí a 53 días. Y esta vez, esta vez, esta vez, esta vez…. ¡nadie se quedará en casa!

Y también estoy aquí porque hoy he leído un artículo en el periódico de una persona que se atreve a decir lo siguiente:

[En catalán y castellano] “Tenemos que tener mucho cuidado porque los unionistas irán a votar como los buitres se comen un cadáver” (repite)

[En catalán]

¡Pero cómo se puede tener tan poco cerebro y tan poco respeto para decir estas cosas!

(Aplausos)

Sí, iremos a votar, pero no como los buitres se comen un cadáver, no. Como ciudadanos que saben que de su voto depende la historia de su país, depende su bienestar, depende que se acabe este “proceso” que es la peor cosa que le ha pasado a Cataluña.

Y también me quiero dirigir, como ha hecho Frutos, a esta izquierda que es tan condescendiente con el nacionalismo, tan comprensiva y que todo le perdona porque lo hacen los nacionalistas. No, señora Colau. (Aplausos) La aplicación del 155 (aplausos)

[En castellano] No, señora Colau, no. Usted que es la emperadora de la ambigüedad, no puede decir que el 155 es un golpe a la democracia. Es el instrumento que da la Constitución para reponer la legalidad cuando alguien la incumple.

(Aplausos)

Y no es una excentricidad de la Constitución española. Está copiado del artículo 37 de la Constitución Alemana. Está en todas las constituciones federales. Es la única forma de conseguir que se respete la ley precisamente por aquellos que tendrían más obligación de hacerlo.

(Aplausos)

No, señora Colau, no. Cuando se aprobaron las leyes de independencia con 72 votos, cuando el Estatuto de Autonomía pedía que como mínimo fueran 90, usted se calló. No dijo nada. Cuando a los alcaldes los acosaron porque no querían dejar las escuelas para un Referéndum ilegal, usted se calló. No nos venga ahora explicando dónde están los golpes a la democracia, porque los golpes a la democracia empiezan cuando se incumplen las leyes fundamentales de un país.

(Aplausos)

Señor Junqueras, usted nos dijo que no se iría ninguna empresa de Cataluña.

(Gritos)

Ah! yo me he convertido ya en un Junquerólogo porque me sé todo lo que dice.

[En catalán] “¡No se irá nadie!¡Nadie! ¡Al contrario, se pelearán por venir!”. Bueno, pues ya se han ido 1800.

Señor Junqueras, usted tiene el récord histórico de huida de empresas de un país. En menos de 15 días, se han ido una de cada tres empresas de más de 50 trabajadores. ¿Y aún tiene usted la poca vergüenza de decir que no pasa nada porque aún se han quedado 200 mil? ¿Aún tiene la poca vergüenza de decir que no pasa nada porque se han ido a los “países catalanes”?

¿Usted se piensa que el sr Draghi en Frankfurt, le importa un pito los países catalanes?

¿Pero cómo lo puede decir usted, que es el vicepresidente económico, que no pasa nada si se han ido 1800 empresas que representan con su facturación el 40% del PIB de Cataluña? ¡Pero si es una tragedia histórica, señor Junqueras!

¡Pero no nos tome por imbéciles!

Dejadme que os haga un truco aritmético. Imaginad que tenéis 4 euros, tenéis una moneda de 2 euros y en casa tenéis 2 euros en monedas de 1 céntimo, tenéis 200. Y perdéis la moneda de 2 euros. Y entonces viene el señor Junqueras y te dice: no te preocupes, hombre, todavía te quedan 200: ¡solo has perdido una!

¡Hombre, he perdido la mitad de mi patrimonio, y dices que no me preocupe porque me quedan 200 monedas!

Este señor es el vicepresidente económico del Govern de Cataluña.

(Gritos)

Y es el que manda. Sí, sí. Os puedo asegurar porque lo sé de buena tinta, [en castellano] que se llegó a un acuerdo para que no hubiera ni 155 ni declaración de independencia. y cuando el sr Junqueras empujó a sus radicales para que empezaran a hacer presión sobre el sr Puigdemont, a este le temblaron las piernas y se echó para atrás. Pero tendremos elecciones y habrá que salir a votar para defender el regreso a la normalidad.

Una cosa os quiero decir porque es muy importante, escuchadme: si de verdad se hubiera producido la declaración de independencia, de verdad, de verdad [en catalán] Si de verdad se hubiera producido la declaración de independencia, muchos de los que estáis aquí hubieseis ido al paro.

[En castellano]  Hubieseis ido al paro. Porque la crisis económica hubiese sido de tal magnitud que mucha gente lo hubiera pagado con vuestro empleo. Y si eso no va a ocurrir es precisamente gracias al art 155

(Aplausos)

Porque su aplicación va a hacer que las empresas y los mercados entiendan que eso de la independencia no va a ocurrir. Y como no va a ocurrir, van a  seguir funcionando con normalidad. Pero si de verdad ocurriera, la catástrofe económica para Cataluña y también para España sería enorme. Acabo y esta vez me voy a dirigir  a los españoles. No solamente a los que estáis aquí

[En catalán] no solamente a los que estáis aquí, catalanes españoles, a los españoles que no son catalanes, dejadme que os diga una cosa:

[En castellano] hemos de continuar viviendo juntos y para continuar viviendo juntos hemos de extremar el respeto y reconstruir el afecto aunque nos cueste

(Aplausos)

Aunque nos cueste. El otro día yo os enseñé la bandera  europea y os dije: esta es mi estelada. Hay alguien que me ha enviado una carta diciendo: te escondes detrás de la bandera europea para no enseñar la bandera española. No, no es verdad. Aquí están las dos, la española y a catalana. Las dos, juntas. Porque yo quiero que mis hijos y mis nietos tengan unos símbolos con los que se puedan reconocer, con los que se puedan identificar, que representen su identidad colectiva. Una bandera es algo más que una trozo de tela pintada de colores. Una bandera representa una identidad. Y nosotros tenemos las dos. La catalana y la española.

(Aplausos)

Y eso está plasmado en nuestra Constitución. Pero escuchadme también todos los españoles que nos están viendo por televisión: no caigamos en el error, no nos equivoquemos. No caigamos en el error de creer que porque tenemos una Constitución escrita que respetamos y defendemos, tenemos también un cuerpo político construido, son dos cosas diferentes. Las Constituciones se basan en los consensos en los pueblos y hay que adaptarlas y reformarlas para adaptarse a la situación actual y permitir que la convivencia permita integrar a todos.

Amigos, me vuelvo al bosque.

[en catalán] me vuelvo a mirar el amarillo y el rojo y el cielo azul. Pero de aquí al día 53 todos a trabajar porque el día que votemos, votemos fuera al gobierno nacionalista de Cataluña.

(Aplausos y gritos de «Votaremos»)

Gracias, fuerza porque nos quedan 53 días de mucho trabajo.

 

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